Después de varias entradas, varios puntos de vista desde los cuales he abordado el tema, y varios ejemplos; puedo llegar a la conclusión que tanto en este tema, como en otros, lo que hace falta, es objetividad por paarte de aquellos que se encargan de la legislación.
Hace falta más aquello de: "La virtud está en el punto intermedio". No favorecer demasiado ni a unos ni a otros. Está claro que somos personas y que no podemos ser al 100% objetivos, pero intentar ponernos en el lugar de los demás , incluso en un ámbito tan exento de los sentimientos como es el ámbito legal.
Esa es la conclusión a la que llego, aparte de que he descubierto que no todo es tan negro como lo pintan, pero tampoco es tan perfecto.
Es un punto al que tenemos que llegar, el punto intermedio.
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